Los tiempos han cambiado, nuestros hijos se ven inmersos en un mundo lleno de herramientas tecnológicas, familias reconstruidas y una sociedad que día tras día se encuentra luchando contra el reloj y los diversos retos del mundo globalizado. Retos relacionados a los cambios en nuestro estilo de vida, la forma de relacionarnos con los otros y la forma de relacionarnos con nuestra familia, ocasionando dudas e inquietudes en nuestras casas y con nuestros seres queridos acerca de ¿Cómo podemos educar a nuestros hijos? ¿Por qué nuestros hijos se comportan cómo lo hacen? ¿Por qué mi hijo “no me hace caso”? Preguntas a las cuales el departamento de orientación ha intentado dar respuesta, partiendo de la teoría, de las vivencias en el aula y particulares de cada persona, reconociendo a su vez que NO hay una manera “correcta”, “verdadera” o “única” de educar a nuestros hijos.
Por ello, durante el mes de septiembre se llevaron a cabo una serie de talleres dirigidos a padres de familia de la comunidad Toledista, buscando fortalecer aquellos aspectos que potenciarán la excelencia y la calidad educativa en nuestra institución y al interior de las familias. Estos talleres van enfocados en la resolución de las dudas planteadas en el momento del desarrollo y ciclo vital en el que se encuentran nuestros estudiantes y algunas de las dificultades que se han podido observar en el aula de clase.
Los talleres de padres de familia buscan contribuir a la relación padres, hijos e institución (los padres al ser los primeros socializadores, son quienes se encargan de enseñar normas y valores a los menores). Igualmente, intentar responder dudas a los aspectos cognitivos, sociales, morales y psicosexuales en nuestros hijos, partiendo de teóricos como Piaget, Kohlberg, Freud y Erikson, para comprender las habilidades y las capacidades de los menores. También se invita a replantear el uso que se le ha dado a las herramientas tecnológicas y las normas que giran en torno a estas, la autoridad que tienen nuestros padres con nuestros estudiantes, al igual que el ejemplo que estamos dando como adultos a cada uno de nuestros menores.
En primera instancia debemos reconocer y resaltar el papel que juega el lenguaje en nuestras vidas diarias y darle una relevancia al lema de “Las palabras tienen poder”, debido a que somos seres sociales, por lo cual nuestro entorno y los diferentes contextos contribuyen a la construcción de nuestra identidad y a la manera como se da la relación con las otras personas, el lenguaje se convierte para nosotros en realidades. Para entender lo anterior, que mejor que un ejemplo del día a día en nuestra sociedad adulta, para las personas que nos encontramos laborando, las famosas “llegadas tarde” a nuestro sitio laboral pueden ser un tema que no nos agrade mucho tratar, puesto que ¿Cuántos de nosotros por diferentes circunstancias no pudimos llegar a tiempo a nuestro sitio de trabajo?, y a consecuencia de ello, tuvimos un llamado de atención... ¿Cómo nos sentimos después de eso? Probablemente la gran mayoría, sienta una actitud negativa el resto del día, y tenga pensamientos “cómo mi jefe no me entiende”, “me dañaron el día”, “todo me está saliendo mal”, pensamientos que van asociados al tipo de comportamientos que podrías tener el resto de la jornada laboral y posiblemente influyan en la calidad o la motivación para desarrollar las diferentes tareas. También encontramos ejemplos de cómo cambia nuestra motivación y comportamiento cuando utilizamos frase de tipo “usted no es bueno para las matemáticas”, “usted es malo haciendo lo que hace” u otras por ese estilo, cuando se suelen utilizar ese tipo de frases nuestro comportamiento cambia y en algunos casos terminamos “creyéndonos” las frases y justificando nuestro comportamiento a partir de ellas. De ahí papitos, estudiantes y lectores que los invitamos a reflexionar cómo nos comunicamos con las otras personas: ¿las trato bien? ¿Soy cuidadoso con mi lenguaje?... Razón por la cual, el Liceo ha trabajado fuertemente en la importancia de tener una comunicación con amor y respetuosa en la comunidad educativa.
Igualmente, es importante reflexionar, sí en nuestras casas hay normas o las reglas claras ¿nuestros hijos las conocen? ¿Estas normas son concordantes a nuestro estilo de vida?... Puesto que, reconocer y tener normas claras facilitará el reconocimiento de la figura de autoridad, la creación de hábitos o rutinas diarias y las maneras de relacionarme con las otras personas, además me permitirá reconocer y saber cómo actuar y qué decisiones tomar en un futuro.
Así mismo, quiero invitar a la comunidad educativa a trabajar fuerte y conjuntamente para lograr con éxito todos nuestros proyectos, a luchar y a tener esperanzas, creyendo que todo puede mejorar y a creer que nuestra actitud positiva va a traer resultados positivos en todo lo que nos propongamos, a respetar a nuestro menores, a nuestros compañeros, nuestros colegas y a cada una de las personas que nos rodean, puesto que somos quienes forjamos nuestro futuro, y como familia Toledista nos alegramos con cada victoria y aprendemos con cada derrota, pero nunca nos damos por vencidos. Papitos y mamitas, todavía hay muchos retos por superar, no descuidemos a nuestros hijos, demostrémosles nuestro cariño pasando tiempo de calidad con ellos, escúchemelos, pongamos límites en nuestro hogar, enseñemos a nuestros hijos (y nosotros mismos) a ganar y a perder, a pensar que no hay un solo destino o camino en nuestras vidas, sino por el contrario nosotros quienes vamos construyendo nuestro propio destino, demostrémosles que el cambio en nuestra sociedad comienza por nosotros mismos.
Para finalizar, nos gustaría invitar a la familia Toledista a continuar participando en las diferentes actividades y encuentros realizados en la institución, “porque la calidad no está en vía de extinción”.
MILENA DÍAZ
DEPARTAMENTO DE ORIENTACIÓN